Si la Amazonía fuera un país, sería el séptimo más extenso del mundo, casi dos veces el tamaño de India.
Esta región alberga alrededor de 10 % de la biodiversidad del planeta, incluyendo varias especies en peligro de extinción, y brinda una protección crucial contra el cambio climático.
Sin embargo, la Amazonía se encuentra en un punto crítico. Pronto, cerca del 40 % del bioma podría perder sus funciones como bosque húmedo, al transformarse en un paisaje seco y degradado.
Ello significa perder servicios eco sistémicos vitales, perjudicando en gran medida la economía de la región, sin mencionar la liberación de grandes cantidades de carbono a la atmósfera.